Vaya por delante un detalle, y es que estas fiestas me gustan, no participo en nada, pero me gustan, aunque ya no es lo mismo y este año lo ha podido corroborar una falta que me indica que esto está casi finiquitado.
Después de casi cuatro años sin noticias de unos conocidos me llega esta llamémosla felicitación: “ Que nunca os falte un sueño por el que luchar, un proyecto que realizar, algo que aprender, un lugar donde ir y alguien a quien querer. ¡ Feliz Navidad ! “
Si es vuestro como si no, genial queridos conocidos, no me faltará nada de eso y buscaré debajo de las piedras si fuera necesario para encontrar lo que fuere. Pero, quitando ese Feliz Navidad me habría gustado recibirlo el trece de Agosto, por ejemplo, o el quince de Abril o el treinta de Febrero, esas frases no estarían dichas fuera de contesto y si estaban en el contesto, miel sobre hojuelas. Pero esto de las felicitaciones navideñas no lo he entendido nunca, como esta recibida precisamente en estas fechas. Desearme todo lo bueno siempre, decirme que he sido y soy un buen chico y no esperar a que la palme, llamarme en cualquier momento, aunque sea el treinta y cuatro de Enero, y me haréis feliz, y hasta santo, y hasta bueno.
El contesto, me voy por peteneras. Decía de las felicitaciones que van mermando, se van reduciendo como los calendarios que te regalaban cuando el año se iba para el otro barrio, ya no tenemos calendarios, quizás alguno con la virgen de la Macarena, que francamente no se que pinta en estas fechas.
Todo cambia y quizás tiene que ser así.
Dije que esto está finiquitado, es posible que exagere pero, la señal clara de que las felicitaciones navideñas van siendo cosas del pasado ha sido la búsqueda incesante en el buzón de correos desde mediados de mes, incesante y minuciosa, sin dejar recoveco alguno, con meticulosidad, he quitado el polvo acumulado de años y nada. Al cabo de los días me di por vencido, la postal navideña del Corte Ingles no llegaba.
Pues a mi, mi leido Frankisalbla, cada vez me emocionan menos estas fechas. Fechas de consumo sin control, de apuestas irracionales por llegar a demostrar quien come más y mejor, quien compra mejores regalos, quien acude al mejor y más "pijo" cotillón, etc. etc. Y todo ello en conmemoración del nacimiento de un niño pobre, emigrante, sin casa, perseguido, que nació en Belen.¡¡Por Dios, que disparate!!.
ResponderEliminarLos mensajes que se reciben en estas fechas por los distintos medios: tarjetas, mensajes sms, correos electrónicos, llamadas telefonicas y otros, creo que son un "complemento" más de nuestras costumbres sociales, cuanto hay de verdad en ese deseo y cuanto de segir la corriente social, es lo que tenemos que comprobar y desde luego es cuestión altamente dificil. Desde luego si todos y cada unos de los que proclamamos tantos deseos de paz, felicidad, solidaridad y amor, trabajaramos para conseguirlo de verdad, otro gallo cantaría.
En definitiva que si se diera esta situación, sí que recibiriamos ánimos, felicitaciones, tarjetas...el 33 de febrero, el 10 de Julio o el día de San José obrero.