Viendo lo último de mis peroratas observo que tengo demasiadas entradas políticas, verdad es y repitiéndome, somos un animal político, o sea que la mayoría de nuestros actos son políticos.
Claro que disertar sobre las cucarachas puede que no sea precisamente un acto político, o puede que quizás sí si empleamos los vericuetos de la mente, esa cosa a veces tan retorcida, por que cucarachas humanas las tenemos, y ratas, y topos, y todo el género animal se puede acercar tanto al humano o el humano al animal que se pueden fundir, o crear una simbiosis perfecta. Tenemos una verdadera profusión de hombres ratas, hombres burros, hombres topos, hombres etc, etc, me faltaría blog para enumerarlos.Es tal la ductilidad del ser humano y humana (no se me mosqueen, no soy nada machista), que puede amoldarse y hasta metamorfearse en cualquier animal, inclusive cosa, plancha, ladrillo, ametralladora, móvil ( lo del móvil está clarísimo), etc, etc.
El escaparate idóneo para ver estos fenómenos, que tal y como está la cosa dejan de ser fenómenos dado los innumerables casos que se dan, es la tele. El escaparate desde los dos lados, desde dentro y desde fuera, del que mira a la pantalla y el de la pantalla que le mira a él (nosotros), para que nos entendamos, la tele nos observa, nos ve, nos saluda, nos cuenta y nos analiza, supongo que habrá más cosas que se me escapan.
LA TELE, el lugar idóneo para que la fauna simbiótica desfile, desde los dos lados.
¿Nos habremos preguntado en alguna ocasión qué somos?, ¿somos capaces de saber en que otro espécimen nos convertimos de vez en cuando?.
Señoras y señores, hagan la prueba.
¿Y esto qué es?, lo mismo una nueva entrada política.
La simbiosis con el móvil es perfecta y con el coche también. El movíl nos aisla y el coche nos desprecia, nos maneja. Te leo todas las semanas, sigue y no te pares.
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